Franklin D. Roosevelt: el Benemérito olvidado
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Franklin D. Roosevelt: el Benemérito olvidado
Gustavo E. Pardo
Fuente: https://www.cubanet.org/
Versión editada por www.gadu.org
El 12 de abril se conmemora el aniversario del fallecimiento en 1945 del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, quien además fue masón. Los cubanos de la época tuvieron una percepción positiva de la actitud asumida por Roosevelt con respecto a Cuba, particularmente, durante los años en que se produjo la Revolución del 30.
Cuba debe a Roosevelt, el Tratado de Reciprocidad Comercial (que garantizaba al país la venta de una cuota de azúcar en el mercado norteamericano, a un precio superior al que regía en el Mercado Mundial), la derogación de la Enmienda Platt, y la devolución a la soberanía cubana de la Isla de Pinos (hoy llamada Isla de la Juventud). Por estas razones, en 1939, el Senado de la República de Cuba acordó conferirle el título de Ciudadano Eminente de América. Reconociéndole: “una política exterior de buen vecino (…) dentro de un criterio de mutuo respeto y de efectiva interdependencia”.
Este criterio gubernamental era compartido por la Masonería cubana, la cual sintió el mismo respeto, gratitud y admiración hacia Roosevelt, con la particularidad de que éste era masón. Roosevelt ingresó a la en la Holland Lodge # 8, del Estado de Nueva York, en 1911. En 1929, adquirió el grado 32 del Rito Escocés y cinco años después fue nombrado el primer Gran Maestro Honorario de la Orden Internacional De Molay. La Gran Logia de Cuba otorgó a Roosevelt el título Masón Benemérito, que es la más alta distinción que la Masonería cubana confiere a un masón, y es el primero y único masón extranjero a quien se le haya conferido tal honor.
Los masones cubanos continuaron distinguiendo a Roosevelt. Apenas a un año de su deceso en 1945, se acordó dedicar el 12 de abril de cada año “para que las Logias (…) celebren actos en memoria y en homenaje de tan preclara figura masónica y de extraordinario relieve universal”. Al año siguiente, en la planta baja del edificio masónico, se colocó una tarja de bronce, para homenajearlo. Desde 1955, ésta se encuentra en el Museo Nacional Masónico.
El 4 de julio de 1947, la Masonería cubana efectuó un acto nacional en el Salón de Actos de la Gran Logia de Cuba, para rendir postrer homenaje a Roosevelt. En dicho acto, el discurso central, estuvo a cargo del etnólogo e historiador, Don Fernando Ortiz, miembro de la logia Unión Latina de La Habana.
Ortiz, después de reseñar la trayectoria política de Roosevelt, concluyó su oratoria haciendo un llamado a los masones cubanos “para que un día, lo más cercano posible, todos los habitantes del planeta, sin exceptuar uno, podamos decir: ‘Somos libres de conciencia, libres de palabra, libres de miseria, libres de terror’”.
Lamentablemente, desde 1985, la Gran Logia de Cuba suspendió el homenaje anual a su único Benemérito extranjero: Franklin Delano Roosevelt.
Gracias al GADU, mi madre logia lleva su nombre.
En el Central Haití, Camaguey, Cuba, está nuestro templo Franklin Delano Roosevelt.