La Joya del Pasado Maestro
AL.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
Libertad Igualdad Fraternidad
La Joya del Pasado Maestro
Tomas Greene
Traducción: Jorge Ceballos. Publicado en Latomía, número 1, diciembre de 2010.
Fuente: http://gle-crd.org/
La Joya del Pasado Maestro en Escocia consiste en la Escuadra, el Compás, y un Arco de Círculo. En Irlanda es la Escuadra y el Compás con la letra “G” en el centro. En Inglaterra, desde hace 85 años al menos, ha sido la Escuadra con la 47 Proposición de Euclides pendiente dentro de ella.
Un poeta irlandés escribió: “La Francmasonería en sí misma puede ser contemplada como una unidad ejemplar sin uniformidad”; así que no se debe suponer que por haber diferencias hay algo exclusivamente inglés, irlandés, o escocés, acerca de la Joya del Pasado Maestro en cada caso. Todos son hermosos eslabones en la continuación de la cadena de unión desde la Masonería Operativa a la Especulativa; todos nos recuerdan que el Maestro de una Logia operativa realizó sus planes por esa rama de la ciencia a la cual damos el nombre general de «Geometría», y que está representada en Irlanda por la Joya, la letra «G», que junto con la Proposición 47 estaban en uso tanto en Inglaterra como en Irlanda probablemente antes de 1723.
Si hacemos una comparación de todo ello, en mi opinión, debería convenir que la «G», principalmente al menos, fundamentando la Geometría, es la base de todo el trabajo Masónico Operativo, incluyendo la 47 Proposición, con la que estoy en todo punto de acuerdo. La Escuadra es presentada al Aprendiz entrado como una de las Tres Grandes Luces de la Francmasonería, al Compañero como una de las herramientas de su grado. Es también una de las Joyas de la Logia, y la Joya distintiva del Maestro de la Logia. Es probablemente la herramienta más importante de un masón, ya sea Operativo o Especulativo, porque conecta y más o menos incluye el Nivel y la Plomada, y es la única herramienta por la cual la Piedra bruta puede ser preparada y probada. Y a menos que los sillares sean perfectos, el edificio no se puede construir con ninguna sabiduría trazada, con fuerza, o con belleza. Se utiliza para dar forma a lo grosero y probar la masa perfecta, por lo tanto es primordial que un instrumento del cual tanto depende esté en sí mismo perfectamente correcto.
Es esta última consideración especialmente la que justifica que la Proposición 47º sea tan apropiada como emblema del P.M. El oficial emplea la Escuadra para dar formar a la ruda masa; el Maestro para probar la obra; ¿pero cuáles de sus deberes nos lleva a considerar que esta herramienta tan importante está en sí misma correcta? La persona más conveniente parecería ser el Pasado Maestro. Él, habiendo pasado a través de las etapas de su uso, y probándola con éstas, debería ser el más consciente de la necesidad de que esté siendo usada correctamente.
¿Pero de qué modo puede asegurar la corrección de la Escuadra? ¿Cómo puede asegurarse de que el ángulo entre los dos lados de la escuadra llegue a ser verdaderamente correcto o un ángulo recto? Hay muchas maneras conocidas para la ciencia moderna por el que esto puede ser realizado, pero el más antiguo, y quizás el más simple, es por medio de la Proposición 47º del primer libro de Euclides. Por lo tanto, el Pasado Maestro, cuyo principal deber, entre otros, es probar las herramientas al haber llegado a una habilidad completa en Francmasonería, la usa como parte de su Joya distintiva.
El término de Pasado Maestro es entonces habitualmente usado para describir a todo aquel que esté en posesión del conocimiento especial en un apartado en particular. Esta Proposición es conocida ciertamente desde hace veinticuatro siglos, y probablemente desde hace mucho más, y por ella podemos probar que en un triángulo, uno de cuyos ángulos es un ángulo recto, el cuadrado del lado opuesto al ángulo recto es igual al cuadrado de ambos lados que contienen el ángulo recto. Se sigue entonces que si hacemos cualquier triángulo en el cual el cuadrado de un lado sea igual a ambos cuadrados de los otros lados, entonces el ángulo opuesto a ese lado debe ser un auténtico ángulo recto; el ángulo de una Escuadra correcta.
En el libro inglés de las Constituciones de 1723 esta Proposición aparece en el Frontispicio, y fue denominada como, “la asombrosa Proposición sobre la cual está el fundamento de toda la Masonería”. El diagrama mostrado lo representa según lo utilizado por los masones ingleses desde hace casi 100 años; se verá que para conseguir un ángulo recto correcto solamente es necesario hacer un triángulo cuyos lados estén en la proporción 3-4-5.
Con respecto a esto es de gran interés saber que hoy en día el estándar y el símbolo de la perfección de los masones especulativos es la escuadra, este triángulo en ángulo recto, que es prácticamente idéntico a como era con los egipcios hace varios miles de años el estándar y el símbolo de la perfección; y al que hicieron también la base de todas sus medidas. Veían en ella el símbolo de la Naturaleza Universal; siendo el lado 4, Osiris, el principio masculino; el 3, Isis, el principio femenino; y el 5, Horus, el hijo, el producto de estos dos principios. Dijeron entonces que el 3 era el primer número impar perfecto, que el 4 era el cuadrado de 2 y el primer número par, y 5 era el resultado de 3 y 2.
En Francmasonería la Escuadra es el símbolo de la perfección moral. Es el deber del Maestro aplicar la Escuadra perfecta de la rectitud y la verdad al trabajo de los obreros; pero la responsabilidad más alta y más grande se basa sobre el Pasado Maestro, precisando, y ejemplificando en él mismo cómo es la Rectitud en sí misma, y cuál es la Verdad, contestando a la pregunta de Pilatos: “¿cuál es verdad?”
La verdadera Masonería Especulativa enseña al hombre, por la aplicación industriosa de los principios de la Verdad Eterna y de la Rectitud al material intangible de la humanidad, a formar sus pensamientos y acciones para erigir de él un edificio espiritual, una fundación estable, con propósito inteligente, y admirable de contemplar.
El Pasado Maestro representa a quien ha erigido tal edificio; pero lo que ha hecho le sitúa bajo la responsabilidad de que aquellos que están trabajando para el mismo fin no transgredan, por precepto y ejemplo, a través de lo que ellos quieren aportar, principios que han sido puestos a prueba y reconocidos como absolutamente verdaderos y correctos.
Podría decirse, ¿por qué entonces ser un Pasado Maestro e incurrir en toda esta responsabilidad? Es a lo que uno ha llegado a la vida masónica, siendo simbólico de qué hombre que nace llega a ser un Francmasón o no. No hay hombre que coma más o menos del árbol del conocimiento del bien y del mal, y no incurra en la responsabilidad aparejada a ello. Ningún hombre puede escapar de ser no sólo el guardián de su hermano sino su igual, además de la responsabilidad mayor de ser el guardián de los que son principiantes y aprendices; pues de como sean influenciados para bien o para mal, afectará hasta la tercera o cuarta generación.
Podríamos preguntarnos, ¿cómo es que a pesar de que en Masonería y en la vida todo el desgaste y las responsabilidades que parecen afectar a los obreros de los diferentes grados, y a los supervisores del trabajo, es el Pasado Maestro que ha sido elevado a través de todos los grados, y que parece ha ganado la calma de unas tranquilas aguas, libre de las ansiedades, problemas, quien asume la responsabilidad más grande de todos? La respuesta, que es realmente profunda, es que mientras que él era un principiante su trabajo fue continuamente observado y tenido en cuenta, y era responsable de ello ante aquellos que estaban sobre él y asimismo libres del error; pero eso ahora, como Pasado Maestro, tanto para su propia obra como para velar por la corrección de las reglas que suministra a los principiantes, es responsable, no ante los masones o los hombres, sino ante el Gran Arquitecto, el Gran Geómetra, Dios del universo.
Puedo traerles dos casos donde la Escuadra es tratada de una manera simbólica, mucho antes de que la Masonería Especulativa existiera; especialmente como sugestiones fueron singularmente próximas a nosotros. Guillermo de Guileville, que nació en 1295 y murió en 1360, escribió un libro llamado el Peregrinaje del Hombre; en el cual, en una imaginativa “última voluntad” de Jesucristo, una cláusula contiene un legado a la humanidad de “Pax triple,” simbolizado por P.A.X. dispuesto sobre la principal de una de las ramas de una cruz latina, la cual forma un ángulo recto, como indicación del deber incondicional del hombre: su amor a Dios y a su vecino. De esta manera, A. representa el Ánima, el alma; X. Kristos, Cristo, finalmente conectado con el alma por el amor, pero directamente en la cuerda de plomada y sobre ella como superior; P. Proximus, prójimo, apropiadamente en el mismo nivel, y también conectado firmemente por el amor, pero no tan cerca como X., Cristo, según lo indicado por el palo más largo de la cruz.
El otro caso salió a luz cuando, en la reconstrucción del puente del Baal, cerca de Limerick, una escuadra de cobre fue encontrada, inscrita con la fecha 1517, y con estas palabras: “Éste era el sentimiento de un masón puramente operativo, y sigue siendo un sentimiento ajustado para un Especulativo 400 años más tarde.
Pero entonces, ¿cómo es que la Masonería promueve el debilitamiento moral (aborto libre, droga libre, matrimonio homosexual, ideología de género, …)? Parece que se les torció un poco la escuadra.